Bendito Blog

No sabemos a que obedece tu presencia, pero estas allí, amor, totalmente desarraigada de lo que nos rodea. Estas allí solo para que podamos amar, dispuesta nada más a que nuestros cuerpos pataleen enchuspados en el tuyo y se revuelquen por turno o a un mismo tiempo en tus entrañas dulces y jugosas. Y ya lo ves, estoy hablando de ti otra vez, sé que no se puede, que es imposible, pero no importa, me gusta inventar. Nada importa si total, hundimos la cabeza entre tus senos y chupamos tu pelo como si fuera apio. Adivinamos lo que estas sintiendo cuando tus rodillas nos golpean, nos maltratan en su orden de que convirtamos todo lo que pertenece en una bella masa líquida. Y vemos nuestras caras retratadas allí donde sabes que esta la palabra felicidad escrita de la forma más desconocida. Yo le tomé una fotografía y al revelarla, no había más que un relampageo manchoso. Ni siquiera una cámara fotográfica pudo llegar a recordarla. Ella metía la mano entre mis piernas y agarraba todo, y así dormía. Repetía que solo nos tenía a nosotros, que fuera de nosotros no existía nada, porque juntos apoyados sobre la pared, nos tirabamos de cabeza por el único camino que habia en el mundo.

(Andrés Caicedo)

Seguro que la historia detrás del blog dirá que habían fuentes de inspiración, derechos de autor violentados pero no ursupados, solo tomados, dirán que era una copia idéntica de alguién que algún día lo penso y no lo público, y tantas cosas más, que eh bueno, el caso es que decidí incluir al incoherente coherente, andrés caicedo, y nada que cumplí la condena, a tí te quedan solo meses, en fin. La ocasión lo amerita y ella tambien.

Mi blog no hace daño. Tal vez confunde poco. A veces es inmoral, sin duda es inmaterial y carece de memoria, es decir, carece de olvido. Empieza y vuelve a terminar, es un ciclo y jamás estará en evolución. Me hace parte y yo soy parte de él. Dicen que los bloggers solo se miran a si mismos, yo diría que no los miro a ellos que es diferente. Esto es más que perder el tiempo y alborotar recuerdos. Mi blog es bendito. Es Público. Es pensamiento.

Estuve 5 días por fuera, tuve la intención de dejarlo todo en la madrugada que se antepuso a la desgracia, la cabeza me dolió por eternidades, resucite, lo pensé, morí, ella me mató, me dejo y se despidió, y entonces cuando estaba dispuesto a borrar mis memorias y quedar resignado a archivos vacíos en autopistas y redes congestionadas, vino el leve zumbido de la historia no contada, del sueño no cumplido, de la letra incompleta y de la fascinación permanente. El final está escrito y no quiero matar protagonistas en el camino, tal vez me invente otro final y los engañe a todos, tal vez le encomiende esto a otro director y mi vida al placer de soñar. Aquí estoy y eso merece discusión.

La casa estaba sola y las luces apagadas, como siempre el rumor de los fantasmas que me atormentan transmitía un aire menos frío que el cotidiano, con frases que estallan a las dos de la

mañana y no tienen remedio, ella entonces se quitaba la blusa y mi corazón a mil por hora, su piel era blanca y mientras se quitaba la blusa dejaba a un lado la inocencia ya pérdida pero conservada en milimetros de deseo envasados en temblores cotidianos, sin lugar a dudas lo que vino después fue mejor, ella lo sabe y no lo olvida. Y si no llegas, si no estoy, si no alcanzas a verme aún estaré allí en ese cuarto azul y en ese cielo roto, Te daré todo y me darás algo. Que porque me pongo la ropa y te cubro con la sabana no tan blanca del olvido? Quiero recordarte así, perderme en el camino que empieza en tu ombligo y se pierde en la racionalidad de la vida, y en las relaciones que no deberían ser, la promesa de los que dicen adios es que siempre volverán, siempre será igual y nosotros condenados a lo que fue y no pudo ser, condenados tal vez a una vida mejor y a luchar contra el viento, para que no se nos lleve las palabras ni las promesas, ok perdón. La verdad mi imagen, ni lo que pienses de mi nombre importa, no deberías reclamarte ni atormentarte. Después yo le desabroche el bendito sosten, volvieron las luces y se acabo la película.

¿Me regala una cocacola por favor?