Si... ya sabes, ella no se murio, porque las hadas si existen, se preguntaba en el medio del frio y el viento helado que baja de los cerros a la altura de la quinta, luego de unas cuadras y es que es caminando, pasando la circunvalar y sabes siempre por la izquierda, bosque edificio o lo que sea, llegamos a la conclusión de que simplemente ahora estabamos en el laberinto, de que bonita no solo la película sino ella, y que en cualquier lugar podemos pintar una puerta para escapar de la realidad. No te dejes tentar, ni comas nada porque se te acabará la vida, me dijo que se cortó el pelo y que no sabia si reir o llorar. En el fondo y aunque no me guste su ahora manía de fumar va con ella, su piercing también y saben yo también voy por ella, su mezcla de inteligencia, perversión, su boquita pequeña y algo más también. Debes creer en lo que sueñas, evitar lo necesario y darte la oportunidad de soñar. Sigue lloviendo en Bogotá, parece que se apagó tu sol y encontré su mundo, derrame mi sangre y escuche la mandragora, no perderé tiempo en deambular solo por estas calles que me fascinan, y viviré para siempre con la esperanza de ese momento.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario