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miércoles, 11 de abril de 2007

Cuentos enVestidos

No debería llamarse así pero por cuestiones elementales que tu entenderás. Digamos que es una especie de plus para el cambio de actitud, el tema no da para tanto pero no lo inventamos. Y es que si hablamos de vestidos me remonto a épocas pasadas, tiempos mejores y al final de todo épocas idas. Siento si como siempre al final desvío mi camino y termino escribiendo cosas que no son, historias y cuentos para contar después, pues aún no me creo lo de la pensada pero tampoco cambia este cuento, es decir, este cuento existe para contribuir en lo de la actitud y por aquello frase no en vano de que igual digamos estoy como para aquello del animo, y asi de lejano un buen rato, digo asi tambien sea virtual.. como todo. 50 50 es el trato y el resto lo pongo yo, porque lo que faltaba lo tienes tú. Lo que intento decir es que por fin pude con aquello de la odontología, recordando tiempos del doctor muelitas, el tarro plástico de colgate rojo para echar los cepillos, seguro una que otra cajita feliz antes de que mcdonalds retomara la idea, mi lonchera que era naranja aunque no tenga nada que ver, por allá en la ciudadela cuando no habia tanto cemento, años antes de que el papa que ya murió besára el piso, y es que por donde ahora quieren meter un metrolínea, paso algún día años atrás y tal vez por allá en que la música era mejor el papamóvil... recuerdo haber ido con mi mama y hermanas.. días después la bendición papal que hoy día muchos guardan como tesoro o es parte elemental de la decoración de la sala de miles de hogares colombianos estuvo tras la puerta del cuarto donde se guardan los checheres como me enseñaron, donde ahora esta mi carrito gigante de juguetes y uno que otro recuerdo para mi mama; allá en la ciudadela quedaba el consultorio de cajasan, creo que aún existe pero bastante diferente como toda la ciudad. Años después le cogí miedo solo por el hecho de que agrandaron el dolor de muela en muchas caries, sacadas y cambios necesarios; fue por esa misma época en la que estudiaba en la u, época en la que debiste estar para compartir los mismos tarros de perfume. Ayer y hace unas semanas la cita fue diferente y ahora tengo dos muelitas menos, un poco de dolor pero las ganas suficientes para hablar de lo que nos hace falta. Mañana espero que llegues por aquí y me bastará con verte, mientras tanto ellá seguirá insistiendo que el día en que venga no me avisa y es que el hecho más importante es que solamente estoy esperando el ring ring para poder escribir el post "mientras menos me cuentes más te pregunto". El sábado tomaremos Tinto, nos sentiremos sentimentales y tu serás el molde perfecto, ay que rico país, insisto. Y yo se que en el fondo no me paras bolas, que sogamolandia es un país inventado donde viven niñas hermosas que alteran el universo espacial de pobres humanos como yo, pero nada te esperé en el cubo aquel día, te ayude con la ergonomía mientras pensabas en los niños lindos compañeros de clase, pero no importa, es cuestión solo de mencionar asuntos pasados para eventos futuros, tengo ganas de sabina y calamaro, tengo ganas de que me llames y de verte, tengo ganas de un té converso, y de explicarte lo que no sabes, el intercambio es más urgente que siempre porque o si no después será como complicado, ando escribiendo y lo peor es que me convertiré en malteada, dices que tienes tareas urgentes solo para no caer en esta tentación, y es que me gustan tus collages, no tan claros para identificarte si te vuelvo a ver, y ese día en que no me saludaste si te acuerdas andabas de mucho collage mostrando tu carpeta y mirandome aunque digas que no, cualquier tiempo pasado fue mejor pero de seguro sabes que mañana es mejor, sale el sol, se pone gris, caen gotas y lo que más me preocupa es que muy allá muy acá te llamas catalina. Ponte un vestido de esos que me gustaban, corticos y con piel canela por debajo, ponte otro y te doy un vestido y un amor, deja el exceso para después y cuentame por fin la historia de la camiseta que hacia feliz a la niña que tenia un brassier interesante y un jean que bailaba tango.

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