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lunes, 25 de junio de 2007

17

Imagen que debío haber estar en el encabezado el viernes 22, durante todo el día o hasta hoy y siempre, y en el fondo me suena a destinitos fatales, como los míos. Debió haber sido upload en horas alegres de la mañana, justito antes de asustarme porque pense que tampoco era nuestro día.


El internet no funciona, en ese caso llevo más de 48 horas sin conexión a mi mundo. Como siempre quisiera no pensar tanto, y decir más, hacer más tal vez porque no. Despuesito me dió dolor de cabeza, supongo porque nos cambiaron la cerveza y no si fue por lo mismo pero dormí muy poco, dando vueltas y vueltas, y pensando en todo lo que no dije, en todo lo que no hicimos, y en que como cosa extraña quiero más encuentros, tan clandestinos como este, porque clandestino fue palabra que nos inventamos nosotros, como de lo mucho que hablamos todo tiene etapas y la etapa de verte y romper el hielo supongo paso, y de la mejor forma, de mis mejores días y de las mejores compañías que he tenido por mucho tiempo. No sólo me da triztesa ahora no tener claros los recuerdos de chiquito, sino que la noche no hubiera sido lo demasiada larga como para que siguiera para siempre, el no haberte un buen abrazo desde el mundo virtual al rea y peor aún no mostrarte mi cicatriz motivo piedra y que eres tú, puedes ser tú porque estas conmigo en el fondo. Cuando iba en el taxi me latía mucho y el corazón y como siempre tengo miedo a desilusionar al mundo, de no poderte responder a las charlas virtuales, de ser tan callado y serio como soy, y demás, y espero no haya sido así, y si fue así pues porque así soy supongo ni modo, y cuando te ví me parecías de siempre, de siempre, esa vieja amiga que deje de ver, ese recuerdo inmaterial, esa necesidad de llevarte conmigo. No me tome el tiempo para mirarte demasiado y quisiera seguirte escuchando por siempre. Debimos haber roto más el hielo, no porque fueramos clandestinos, sino porque sería tan natural como si siempre hubieramos estado. Nos separan 17 años que seguramente tanta charla virtual jamás reparará, pero ahora, bendita luz, gracias a tí, a las circunstancias y a tantas cosas pude verte, pude conocerte, y para la eternidad jamás me arrepentiré de haberte pedido ese beso aunque no supiera lo que era y seré infinitamente feliz por que no me lo hubieras dado, porque en el fondo eso nos une, porque siento que te pareces de vez en cuando a mí, pero superaste y tienes la suerte de estar en otras etapas, de ser inteligente, echada pa lante y demasiado corazón para tan solo tus dos nombres* y en el fondo me alegras y que seas siempre tan feliz. No quiero una clandestinidad motivo recuerdos de chiquito, y si tan solo pudiera decirte tantas cosas, lleva para siempre mi música en tí como forma tan básica como yo, de demostrarte lo importante de tu compañía virtual, de escucharme, contarte y responderte, no como una obligación con el mismo destino sino haciendo parte de él, de que en el fondo pude haber sido mejor, y de que ya lo habia pensado pero también sin pensarlo demasiado de que eres lo que siempre quise tener, aunque no te conozca. Entre tanta vuelta y vuelta en la cama, supongo que empezó a lloviznar porque el frio aumentó, y supongo que me hace falta darte un regalo que sea tan solo mío, ya será también lo creo, me toco tomarme dos pastillas a la madrugada y en esta mi etapa, estoy sacando fuerzas para inventarme la manera clandestina de darte un abrazo que dure para siempre, que reemplaze besos no dados y momentos no vividos y que diga desde mi, desde muy dentro de mí, que para nunca jamás olvidaré la noche cuando volvi a verte. Gracias. Tengo mientras tanto la promesa de escribir nuestra película. 17 músicas de nuestra vida.

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