Lenguaje de mi piel

Cuando se acabe la guerra, te tomaré en mis brazos y te haré el amor…
Si es que un día después de la guerra quedan brazos…
si es que un día después de la guerra queda amor…

La conocí porque me encantó, me preguntó por una de esas cosas artesanales que yo solía hacer y entonces decidí seguirla hasta encontrarla en una de esas tardes que ya no vuelven en la u donde vi pasar de mi vida a la que tengo; creo que al final no me compró nada pero me encanto con sus labios de grande, con sus manos de señorita y su corazón de perdida. Recorrí toda la U y porque no decirlo la ciudad también por solo decirle que me había fascinado y por saber su nombre. Después de eso todo se transformo en clases para aprender, canciones para querernos y miradas para matarnos; seguro me engaño con su inocencia como me lo contaron después pero no me importó, por primera vez volvía a encontrar lo perdido y a tener lo que nunca tuve; de vez en cuando las caricias iban más allá y nunca olvidaré verla a cualquier hora tomando su cocacola o la mia junto con un cigarillo y sus jeans arrastrandose por los caminos de la vida. Me buscaba para hacerme creer que era verdad. Los momentos de crisis nos unieron y a ella le encantaba, y de parecer una, luego parecía otra, no se si lo parecía por mi o por que tal vez ella si era así, me encantaban sus manos pintadas de oscuro y la recuerdo ahora acostada junto a mi entre tanta buena hierba. Tiempo después las cosas cambiaron o nos cambiaron, perdí su rastro entre aromas de navidad y nuevas clases sin motivo, y por estas épocas ya hace algunos años me contaron que la encontraron en un manicomio, que la música esa de buenas voces y letras profundas se le había subido a la cabeza, que tal vez nunca me había conocido, que su piel era de cristal, que sus ojos negros enloquecían, que nadie debería quererla, que yo era único como ella... Trate de seguirle el rastro pero nunca supe como, tal vez no quise saberlo. Ojala ahora ella este bien, la última vez que la ví se graduaba antes que mi, cosas de esas y nunca más supe ni pude decirle lo mucho que ella me cambió, donde marcó mi vida y por que nunca la olvidaré. Andrea eres lenguaje de mi piel.