Habia pensado en olvidar esta historia, hacerme el que no estoy aquí y dejar todo como un buen recuerdo, pensaba solo verla el día que tocara despedirnos, sin embargo solo los dos sabemos que la he pensado tanto que eso sería imposible, solo ella sabe que no me aguantaría las ganas por llamarla de vez en cuando. Efectivamente ahí estaba, con un guayabo de antes, unos labios muy cerquita y una entrañable amistad que nunca nos separará e incluso nunca nos dejará un poquito más allá. Estaba con sus nuevas botas y esas blusas de botoncitos que me encantan y como siempre con la fragilidad de pedirme que no la dejara sola, aunque ella pudiera defenderse de todos y de cualquier cosa. La vi cantando toda la noche, recordando tiempos idos y soñando con irse de aquí, la ví tratando de mirar más allá, la ví apoyandose en mí y diciendome, si, aquí estoy contigo, y yo que nunca la entiendo, la vi cruzarse con mi mirada y seguro esperar algo más. La ví como la primera vez... y hoy tienes tantas cosas que me gustan... que me enamora.
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