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martes, 4 de diciembre de 2007

Noche De bodas


Quisiera poder escribirte en el mismo tono, con tu toque personal, con tu rabia interna, con tu amor reprimido, con tu mundo por conocer… así que de antemano me perdonaras mi visión tan básica, tan nublada por tu escote, tan elemental pero necesaria, mis palabras tan rebuscadas, y estas canciones tan únicas que nos pueden estar uniendo…y de las que tenemos la promesa de emborracharnos, de nuestra noches de boda.
La otra vez estuvimos tan cerca que ella me ignoró, después le prometí clases que nunca le dí, y finalmente me dejó al borde del escenario, matando dos pájaros con un solo tiro, entonces decidi que mucho mejor ahorrar pasos innecesarios, mucho mejor cuando al principio no se puede, mucho mejor asi al natural. Luego me hizo caminar dos veces en direcciones contrarias, imaginarla sin conocerla y esperarla con necesidad, igual que yo tampoco sabia donde estaba parado. La encontré en la esquina esperandome, tal como no la imagine, tan extraña como pensé y tan lindis como soñé, ella sabe que el resto del día no pude concentrame, que mi gusto no es tan bueno, incluso es pésimo pero que en el fondo no tiene relevancia, supe que era mucho mejor de lo que decía, mucho más allá de la tirita rosada, y tan mujer como nunca lo pensé… La tarde se pasó entre jeans, blusas y tiendas de moda, el almuerzo no nos gustó, la prima no me gusto, a el no me lo presentó, muchas cuadras más arriba desde un piso 13 mientras se estrenaba sus nuevas ropas la pólvora estallaba en la plaza anunciando que había llegado diciembre, que era hora de irnos, que no nos podíamos arrepentir… Fue cómico estar ahí donde a uno no lo invitan, donde uno no tiene un título y donde no debe aparentar, fue mucho mejor entender que no existen hombres perfectos sino torpes como yo, que siempre las embarran que siempre incluso darán lo peor pero que siempre querran hacerte sentir un poquito solo un poquito mejor para evitar la melancolía de esta juventud perdida, del abismo en que siempre caemos cuando sabemos que el otro nos gusta… Fue indescriptible nuestra noche de bodas!. La noche iba terminando y una canción para no olvidarla, un lugar que me encanta y la sensación de quererla haber conocido en otro tiempo, la incontrolable sensación de haberla tenido para mi, vistiendose las ropas que yo le escogía, buscando sus nuevas pieles para que enfrente un futuro poco prometedor, para que me olvide de vez en cuando, para que diga en silencio palabras lindis porque yo jamás estaré ahí, para que me pregunte si se te ve bien…y como no decirte que todo se te ve bien. Las malas compañías son las mejores, y sumerce es tan buena que parece mala, hasta las malas cosas de las que hablas, tu vacío interno absoluto es tan inmenso que me perdería en él. Que todas las noches sean noches de boda!.

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