Buscar este blog

martes, 19 de mayo de 2009

Desesperada tal vez

Ella no supo lo que quería pero siempre había una buena excusa para escribir.
Quiso escribir sobre ella... o sobre mi, pero siempre
se bloqueaba el sol, algo asi como cuando escuchas una melodia para danzar
y terminas llorando en medio de la pista de baile...

Decidió entonces matarse a mordiscos la mañana negra

en que sospechó que había alguién escribiendo sobre ella y peor aun siguiendo
las huellas que dejaba cada tarde después de misa tiradas en el muelle,
amarradas al faro apagado y abandonado.

La noche anterior, recuerdo, terminamos en la pradera del frente,

donde dicen que crecen los lirios de las semillas q arrojan los gnomos desde el arcoiris
y fué inutil sustituir esa sonrisa ingenua que ponia en su rostro cada vez que le veía.

Muy de mañana ese mismo día había querido abortar, lo habia esperado, se habia

desesperado, se habría encontrado, habría prometido, incluso ya casi en el
almuerzo quiso tenerlo de nuevo y por que no quiso quererte talvez.

(junto a tuiza)