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martes, 4 de mayo de 2010

Catalina La Grande


Imagen tomada de AutenticaFlickr

Fue por allá en cualquier calle, en la sonrisa encontrada bajando por el laberinto, en la intersección del quizá, justo cuando pasaba un tractor con marca dis.
Le interesaban las lenguas y los besos sin por qué. Quiso un poema y se encontró con sabina.
A mi me interesa el secreto de sus ojos.
Se prometieron fotos para recordar sus piernas, su blanco con rosado a sus diez ocho a flor de piel. Los colores se los pone él.
Sus mensajes cifrados y algún día cualquiera una sorpresa necesaria.
Nunca serán presa del unfollow, digo, entre ellos.
Te recordaré aquí en este tiempo perdido, en esta pausa del después y en este parque de unos
60. Predecible y elemental.
Tal vez pudo ser antes. Ahora incluso tampoco sea después.
Una de esas mañanas me regaló los dos huequitos que se le formaban en instantes pico en que sonreía. Ella dice que siempre sonríe.
Algun día estará en su París. Y entonces recordaré lo grande que es Catalina para mí.

escrito muy cerca al #container - mayo 2010.