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jueves, 1 de julio de 2010

San Luis


Alguna vez decidí quitar las cortinas para poder levantarme con la luz del sol y acostarme con el arrullo de las estrellas. Es la casa al frente de la calle peatonal y con vista directa al barrio Bucaramanga. Por mucho tiempo un renault 4 y las obras de arte cómplices del espacio.
Nunca supe donde comenzaban o terminaban sus límites. Nunca sabré donde es el punto final para comenzar el otro renglón.
Mi lugar de siempre, el parque con las bancas, la casita de chocolate, las hamburguesas de la esquina, los amores de antes, el siempre querer volver. El parqueadero. Ahora hacen un nuevo edificio con zonas sociales, la calle de al frente se volvió casi que autopista y algunos vecinos siguen siendo los mismo de siempre. Mis papas llegaron en plena obra negra.
El nunca del ojalá. Tú a la vuelta. Y ellos, ellos en algún lugar que no nos cuesta reconocer.
Los amigos que no se olvidan, uno que otra cosa para olvidar. Y sigues tú a la vuelta, si como la buseta morada o los colectivos con letrero que nunca coincidia con mi barrio.

Por cosas de la vida, cuando conseguí trabajo en Bogotá, llegué a una pequeña empresa que quedaba ubicada en el mismo barrio donde crecí. San Luis.
No pude negar nunca sentirme como en casay aprendí sus calles y casas como si hicieran parte de mí. Me hicieron sentir mejor.
Generalmente estaban sucias y olian no tan bien; la esquina de la carné, la iglesia donde filmaban para la tele y parecía otro país, chicas, chicas, chicas y sobre la Caracas la zona de moteles. Antier pasé de nuevo por ahí, estan pintando el colegio de niñas de la esquina, la empresa se ve blanca, blanca, blanca y la alianza inmobiliaria en casa ya no existe... bueno dejó de existir cuando terminó la novela.

El parque, el parque donde se me antojaba ir al mediodia, y ver los partidos de trabajadores, echarme en el pasto y de vez en cuando escribir un rato. Por ahí llegaba fácilmente a Galerías, sin poder olvidar coger por la avenida de las palmeras.
Hacia el otro lado la ruta era un poco más pesada pero me permitía llegar hasta el cine de la avenida chile, los martes o miercoles, cuando era más barato. Por ahí vivió Cesar. Filmaron mucho en ese barrio. Los miércoles eran de bandeja paisa. Mini bandeja paisa. En frente de olímpica, el Sao, detras del sao las universidades. Hacia arriba Lourdes. Hacia abajo el Simón Bolivar. De vez en cuando solo.

En cualquiera de los casos, cuanto extrañaré caminar por mi SanLuis.