
A estas horas y aún no puedo entender tu reacción. Menos ahora, menos aún ahora puedo entender porque me dan ganas perdidas y tal vez lejanas pero ciertas de querer hablarte y recuperar la historia que decidi acabar por tu silencio comprensible pero inquietante, y es que no en vano soñe contigo la otra noche, porque como o cuando dejemolo para efectos del sueño pero ahí estabas más cerca que cuando tropezabamos y en la ruta equivocada; sin embargo queda latente la idea robada de que ahora es la hora de cerrar círculos, de terminar instantes inconclusos y de establecer nuevos puntos de partida, al menos tu lo sabias y las cosas no eran como parecían; y es que me gusta la idea aquella de no solo cerrar círculos sino de salirse de ellos, pero donde guardo el ayer, donde guardo mi fe. Dentro de semejante concepción cabe la posiblidad de hacer parte de lo evidente y de poner el corazón en venta. Y se te hace tan fácil, que mala suerte, y si no eres la persona que voy a hacer. Por favor incluir en esta lectura el hecho de que no quiero más ropa pepeada, menos de blanco y negro, que bonita generación, triunfan son los que quieren y luchan y atrás quedas tu. Queda el registro, y mil cruces para pensarte. Si como no, cierro este círculo, vuelvo al otro y ud sumerce me sigue encantando a pesar de todo.