Soy Blogger

Me resisto a abandonar esto. Me resisto a encontrar un tema normal y hablar lo que todo el mundo habla, me abstengo de comentarios banales acerca de lo que soy y no soy, y siempre espero poder confundir para que nunca nadie sepa más de lo necesario. No quiero otros blogs ni otras plataformas, los links son necesarios, el contador solo un hipervínculo más y quiero ver más plantillas originales. A pesar de que disque funcionan muy bien no quiero utilizar tags para que me encuentren por palabras sin sentido, las palabras solo tienen sentido en una historia. Soy generación google aunque algunos sepan que crecí fue con internet. Quiero que tu me sigas leyendo. Quiero encontrar más gente como la mencionada por ahí. Quiero menos cocteles sin sentido. Quiero que me des más motivos para seguir escribiendo. Quiero que alguién diga algo!.

Las cuatro de la tarde

A las cuatro de la tarde los buses llegan desde el nortecito llenos de sueños y de niñas lindas, con uniformes más arriba de las rodillas y esa combinación piernas blancas que tanto me gusta. La neblina se confunde con el smog y evita la vista a lo lejos de la Bogotá del otro extremo, y así bajo ese ambiente parece una ciudad lúgubre donde el único remedio es un café. Sentado en este café veo pasar gente que no conozco, con sus carpetas tamaño 1/4 y uno que otro portapapeles que me recuerdan tiempos idos. Las niñas pasan con sus uñas de todos los colores, el vinotinto esta out, piercings y esa actitud que me encanta, una que otra se queda mirando y pensará: pobre desgraciado; tu deberías estar aquí mismo, en este edificio blanco y de grandes vidrios, en tu mundo play y esa soledad que aunqueramos nunca se alivará, pero preferiste otra cara y pues no sobra decirlo pero ahora ya no es que me fascine. La niña de la mesa de atrás también pidió capuchinno, tiene una chaqueta beis y una blusa fucsia, una voz que denota más edad, y las mismas ganas de escribir como yo, y en el fondo está tan sola como yo. A la misma hora la señora del edificio de al lado, sale a la esquina y se sienta junto a la salida del parqueadero, se fuma un cigarrillo con la calma que no perdió y ve la tarde pasar. Muchas cuadras lejos de allí en el mismo instante, el, con su pinta filosófica intenta convencer adolescentes enamorados o locos perdidos que le compren sus poemas, la esquina de la jimenez con décima no es tan fácil, miles de ejecutivos terminan su jornada mientras ellas con pocas ropas, sueños rotos y muchas ganas preparan su noche. El sol se cuela por entre las nubes y se refleja con todo su poder en estos nuevos rumbos, mientras tanto el frio en cada esquina sigue rompiendo corazones y robando abrazos partidos. Quisiera que tu estuvieras escribiendome algo a mi, entonces me pararía y te entregaría esto. Aquí me siento tan bien que a veces ni me doy cuenta que esto no es paa mi. Cualquier momento es bueno para ver pasar la tarde, y podríamos entonces pensar, solo entonces, que esto valió la pena. A las cuatro de la tarde salía de mi colegio y atravesaba a pie el único puente de mi ciudad, me iba mirando al piso, mirando mi camino como tanto te gustaba. A las cuatro de la tarde solía sentarme por ahí a ver la gente pasar. Ahora esta hora es solo una excusa para pensarte.

pd. mi ausencia es justificada medicamente. espero ponerme al día. espero escribirte algo bonito. espero que cualquiera, tu o cualquiera me siga leyendo.

Lo demás pa´que

Siempre tengo algo nuevo que decir. Siempre aunque hable de alguien más, siempre tiene que ver contigo. Es necesario que no me quede callado y diga todo eso que nos duele y nos impide ser lo que siempre quisimos. Quiero que me entiendas y quiero que entiendas que hay cosas que no puedo soportar y que en el fondo, ya sabes, no comparto. Quiero que sepas que por tantas cosas que hagamos, discutamos, deseemos nunca van a cambiar, y en eso incluyo mi terquedad de dejar de ser los mismos, aunque hace rato ya no lo seamos. Esto no es una venganza. Nunca lo será. Supongo que soy yo y mi pequeño mundo pony y esas ganas de que debiste haber estado cuando lo que pasó paso. Hay muchas cosas que ya hacen parte de nuestro inconsciente colectivo, de dos en la ciudad y de mis ganas inquebrantables de volverte a ver. Solo quería escribirte esto para decirte lo que no debo, para evitar que nuestra memoria se lleve tantos momentos, no voy a olvidar nunca el sabor de tu piel y esa forma tan tuya de hacerme tuyo. Guardaré para siempre el secreto interior de que tu eres lo que siempre voy a buscar, aunque ya no lo seas. Podré soñar con tus manos cada vez que me acueste y me levantaré al día siguiente sintiendote solo mía. Tus manos son las más lindas del mundo y eso solo tu lo sabes. Tu cuerpo es a donde siempre querré ir. Quiero sentirte así siempre, sin excusas de amor, o historias de las que yo tuve la culpa, sin gente de por medio y con la libertad de hacer lo que queramos. Quiero volver a verte en vestido de baño, quiero que te broncees para mi. Quiero acariciarte bajo la ducha. Quiero ser y seguir siendo tu primer y último pensamiento. Lo demás pa´ que.

Esto Huele mal

No tiene nada que ver con la pelí, que aunque no niego siempre queda faltando algo hubo momentos en los que reí y hasta me deleite, un poco más de realidad y menos comedia, en el ondo menos rcn, menos protagonistas, menos de todo lo que nos aburre dia a dia. Huele mal que un país se convierta en circo (siempre lo ha sido), que la gente se queje del circo y no se den cuenta que son payasos del mismo. Huele mal que no nos digan la verdad y que el presidente con su discursito nos convenza como si estuvieramos en uno de sus consejos comunitarios.
Huele mal que alguién como todos nosotros haga algo sensato, y aca lo tomen como otra función del circo. Basta con darse un paseo por la Plaza De Bolivar para mirar la realidad de nuestro país, y mientras en su gran palacio al otro nadie le para bolas y ni siquiera lo dejan a uno tomar fotos o pararse en el anden, son muchos los que día a día van ala plaza a saludar al ilustre profesor; claro esto no es cuestión de popularidad, es cuestión de democracia tal como no lo enseñaron de chiquitos, y al gobierno a sus simpatizantes y a mucha gente se le olvida que aca todo es para todos, y que el señor este uribe debe gobernar pensando en todos y no solo en su finquita de cordoba son sus conocidos amigos y su odio hacia los otros, sino pensar tanto en el que camina miles de kilometros, como en el que vende los tintos, como en el que habla por celular atrás y se rie vestido de camuflado, como en mi como en ud. Huele mal que no nos cuenten la verdad, que nadie diga nada, sea el quien sea.

Entre tus piernas

La conocí una de esas noches en que hay tanto que hacer que uno termina haciendo nada. Me la encontré de casualidad en esos espacios vacios que tenemos la necesidad de llenar. Me convenció sin proponerselo gracias a su frase de Sabina, varias semanas después no dejaba de escuchar el concierto en el gran rex y la naturaleza sangre de fito como esa música que nos une y nos parte el corazón. Mientras ella no comprometía demasiados datos yo la convencía con preguntas de esas que nos hacemos todos los días pero nunca respondemos. Entonces pase de ser un desconocido, a un exdesconocido y después un conocido, la siguiente etapa nadie la sabe. Pudimos habernos separado esa noche como circunstancias virtuales que desconocemos, pero quedamos en la promesa de que Pablus algún día la invitaría a Andrés. La semana siguiente después de que el propósito fuera no quedarse con MariaFernanda y conocer alguno de los portales que siempre oye pero no conoce, se fue a buscarla donde dijo que tal vez estaría, se tomó un café donde tanto le gusta, bajó por la Esperanza, y decidió que nada se pierde con no intentarlo y que solo si vive para el instante, no le importó nada más. La esperó mientras intentaba averiguar que hacía allí y porque las cosas son como son, se la encontró con la sonrisa de la que siempre habló y con su mochila terciada; se tomaron un café mientras vieron pasar la noche con palabras de sus vidas y se lograba no ser un desconocido. Terminaron entonces felices porque lo virtual es real, ella se quedo en Lausana y el subió rumbo a la 26. El transmilenio me llevo a mi casa y tiempo despues se le agradece por la compañía y se esperan más días de los mismos. Mientras tanto las cosas siguen pasando, y ya a estas alturas perdí la inspiración, mejor dicho me entretuve hablando con ella, se me fue la paloma, debería esto ser más bonito y mejor escrito. Seguiré pensando que las cosas de repente mucho mejor le acabe de escribir. Y la noche anterior solo se me ocurrió decirle que dormía mejor con una almohada entre sus piernas.