No supongas que el mar es azul.
Baila hasta el amanecer del día que no vendrá.
Regala flores: incluso a tí.
Escucha al agua.
No te dejes caer nunca.
Habla con el de al lado.
No cuantifiques los momentos.
Escribe y haz bobadas: por lo menos una vez por día.
Paso siguiente: cree en tus bobadas.
El café te hace infertil y el plástico da cáncer.
Odia al Bisfenol A.
Para conocer el fondo tienes que caer bajo,
pero no seas tan bajo como para quedarte en el.
"Extrañar" es una palabra prohibida, de momento.
Seis meses nunca serán suficientes.
Y mucho menos serán superficiales.
Mi película se hará en Barracas.
Y de casualidad la escena principal en Teodoro García al 1900.
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martes, 14 de junio de 2011
viernes, 10 de junio de 2011
Y si
y si todo fuera azul y si todo fuera rosa
y si las rosas fueran azules y los azules llenos de rosas?
y si te dijera bonita cada mañana...
y si cada mañana fuera tan bonita...
y si las manzanas cayeran de cabeza...
y si de cabeza nos cayeramos por las manzanas..
y si mis modos no son modos y tu ni modos
y si tu ni modos y yo con todos mis modos...
y si no hay preguntas ni respuestas?
y si mis preguntas resuelven tus respuestas?
o si todo esto fuera al revés...
y si no hay menos ni mas
y si hay mas que menos
y si el menos es el mas
y si el mas que no da para menos
menos quiero yo darte el mas
para que tu me quites el menos
quiero ponerle un mas al menos
y al menos hacerlo mas.
y si las rosas fueran azules y los azules llenos de rosas?
y si te dijera bonita cada mañana...
y si cada mañana fuera tan bonita...
y si las manzanas cayeran de cabeza...
y si de cabeza nos cayeramos por las manzanas..
y si mis modos no son modos y tu ni modos
y si tu ni modos y yo con todos mis modos...
y si no hay preguntas ni respuestas?
y si mis preguntas resuelven tus respuestas?
o si todo esto fuera al revés...
y si no hay menos ni mas
y si hay mas que menos
y si el menos es el mas
y si el mas que no da para menos
menos quiero yo darte el mas
para que tu me quites el menos
quiero ponerle un mas al menos
y al menos hacerlo mas.
viernes, 27 de mayo de 2011
Un domingo.
Esa tarde fueron a ver el rio, ese que sube y baja, ese que termina, se revuelca y cae en cualquier selva, en cualquiera no, en la más bonita.
Sin embargo ese no era el plan y este no es el título para este post, se merecería un nombre un toque más japonés tal vez. Y no lo era porque era un plan de domingo. Los domingos solo eran partecitas del lunes o proyectos del sábado a la noche.
Ella, los domingos se dedicaba a poner puntos amarillos sobre el rojo que nadie entiende y a arrojar papelitos muy blancos al vacío del azul Rosario.
Descubrieron que el río avanzaba más rápido que el tren, que el verde pasto sabe a olvido y que la cumbia y la samba son cantos de placer prohibido.
Así como nunca pensaron en ir, cuando cayó el sol, tampoco pensaron en volver.
Y es que el rio de allá hace parte del de acá.
- Te llevaré a navegar. Dijo él.
- ¿A donde? Pregunto ella, mientras limpiaba sus manos de porcelana mestiza del pescado crudo del almuerzo.
- A una playa infinita desde donde se divisan elefantes rosados que escriben y respiran profundo. Contestó él.
Sin embargo ese no era el plan y este no es el título para este post, se merecería un nombre un toque más japonés tal vez. Y no lo era porque era un plan de domingo. Los domingos solo eran partecitas del lunes o proyectos del sábado a la noche.
Ella, los domingos se dedicaba a poner puntos amarillos sobre el rojo que nadie entiende y a arrojar papelitos muy blancos al vacío del azul Rosario.
Descubrieron que el río avanzaba más rápido que el tren, que el verde pasto sabe a olvido y que la cumbia y la samba son cantos de placer prohibido.
Así como nunca pensaron en ir, cuando cayó el sol, tampoco pensaron en volver.
Y es que el rio de allá hace parte del de acá.
- Te llevaré a navegar. Dijo él.
- ¿A donde? Pregunto ella, mientras limpiaba sus manos de porcelana mestiza del pescado crudo del almuerzo.
- A una playa infinita desde donde se divisan elefantes rosados que escriben y respiran profundo. Contestó él.
jueves, 5 de mayo de 2011
Otoño
Otoño es cada hoja que cae y vuela
Que vuela, cae y se pisa.
Es cada paso del sol a la lluvía.
Es la lluvia que cae después del sol
Es el después del calor, y el antes del gris.
Otoño es amarillo.
Como un tubito de Windsor & Newton para tu cumple.
Amarillo emoción y verde naturaleza.
Pero también es rojo sangre y tardes de naranjas.
Otoño es también esperar lo que no quieres.
Lo que no quieres y lo que podría ser.
Se pasa rapido, se respira hondo.
Otoño es tan bonito que quisieras tener su foto siempre.
Ahora viene el frio.
Se acabó el bello abril. Angel vuelves a brillar.
Otoño es como tu viaje eterno.
Eterno es el aire.
De lejos está claro que tu en cambio no eres Otoño,
tienes cara de Primavera.
jueves, 21 de abril de 2011
Buenos Aires es un puerto en la vereda
Esa noche de un año que no recuerdo había llovido en horas de la tarde dejando al calor del verano aplastado por los afanes cotidianos de muchos, y en especial de ella, de encontrar un techo en el cual refugiarse antes de la función de las 6.
Sabía como guardar silencio, sabia tragarse sus cosas y decía también de vez en
cuando que no sabía nada mientras dos huesitos rosados y sensuales se dibujaban en su sonrisa inocente de un día de modo triste.
A eso de las 10 se sentaron en el bar de la esquina: el Banderín y hablaron de las edades del tiempo y de las películas que jamás vieron: las de sus corazones.
Adentro el ambiente era pesado, los pibes tomaban cerveza mientras hablaban de las minas del trabajo que no tenían y al fondo en la barra, el dueño jamás le prestaba atención a la bar tender, pues estaba convencido que no hacía parte de su tiempo. En cambio su bar, su bar si era de su tiempo, de su river y y sus camisetas; era un bar notable.
Le gustaba frotar sus nudillos contra los de él, por segundos mágicos, los suficientes para no poder perpetuar el recuerdo de un momento bonito en la memoria de aquel lugar indescifrable. Mientras tanto, él solo le hacía preguntas generales que no tenían respuestas específicas.
Me contaron muchos años después que esa noche un vendedor paso por su mesa y les dejó algunas poesías y una postal de un viejo barco engallado en el puerto olvidado y del que se leía en su placa color negro, escrito con letras hechas en tiza : "Buenos Aires". Nunca se supo si el vendedor recogió estos objetos, pero cuenta la leyenda que muchos años después en una situación muy parecida, existió un joven pretendiente que quiso comprarle una postal a su bonita amada, mayor que él, una postal que había encontrado en su mesa, con la imagen de un viejo barco de colores en su frente, y en su contratara una frase que decía: "Buenos Aires es un puerto en la vereda."; el joven pretendiente nunca vió al vendedor y no pudo comprar a su amada la foto de ese instante: para siempre se quedó con el miedo profundo y las ganas tristes de decirle, mientras le acariciaba el cabello que olía a semillas y frutos secos, que para él, ella era el mejor y el más bonito puerto donde podría encallar su corazón.
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