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lunes, 25 de julio de 2011

Invierno



Se escondió detrás del mostrador de la esquina más cercana sin pensar en el paso siguiente, mientras un viento gris, frio y potente avanzaba a toda velocidad por la calle de los cafés olvidados.  Era una tarde cualquiera de sol invernal, un día más, unas horas menos, una excusa más para evitar caer en sus pensamientos. 
Cuando el viento pasó frente a él, se convirtió sin pensarlo en una fuerte llovizna diagonal y transparente, de esas que golpean fuerte, rebotan y vuelven a caer en sentido contrario. 
El invierno llega así, anunciándose siempre y con ganas de aparecer en el momento menos pensado, por lo menos aquí, pensó.
Esperó minutos eternos mientras pensaba en la mañana aquella en que nunca dejo de llover mientras llegaba el tren de las once. Espero tanto que contó sus recuerdos, los amarró con un suspiro y se fue en la misma dirección de la carrilera hacia El Dorado jamás encontrado.
Recordó las tres teorías,  vio la nube gris sobre Constitución, el sol sobre Libertador, el alma sobre el rio, se tomó otro café imaginario, oís, y recordó sus montañas.
No pasaron más de treinta minutos hasta el final de este cuento: la escena de la esquina se la inventó el mismo día que esperaba el tren, que también llovía y que marcaba el fin del otoño bonito.

jueves, 14 de julio de 2011

Mae!


Era bueno estar ahí, lejos de casa pero con una calle con el nombre de tu país.
Era bueno hablar de Francia, de los franceses y de los argentinos que no son franceses.
Era bueno ir a Tigre sin pensarlo.
Era importante enjacharse porque Costa Rica nunca será una isla.
Fue bueno viajar miles de kms al sur que puede ser el norte.
Fue bueno encontrarte con otra Colombia a mitad del camino.
Y en el fondo nunca alejarte.
El Palermo, Maluouva, Stella.
Ay Marica, Ay Parce. La concha!
Todo lo que pasa mientras leemos, lo que nunca fue.
Chile, Pisco y Pinguinos!
Y solo pensar que hay gente que le falta un Sugar en su vida.
Y capaz nos vemos un día de estos en un país donde las estaciones no nos afecten.
Mae! Te extrañaremos! y Kukaramakara ti ti ri fue!

martes, 14 de junio de 2011

Teoría de las Superficies

No supongas que el mar es azul.
Baila hasta el amanecer del día que no vendrá.
Regala flores: incluso a tí.
Escucha al agua.
No te dejes caer nunca.
Habla con el de al lado.
No cuantifiques los momentos.
Escribe y haz bobadas: por lo menos una vez por día.
Paso siguiente: cree en tus bobadas.
El café te hace infertil y el plástico da cáncer.
Odia al Bisfenol A.
Para conocer el fondo tienes que caer bajo,
pero no seas tan bajo como para quedarte en el.
"Extrañar" es una palabra prohibida, de momento.
Seis meses nunca serán suficientes.
Y mucho menos serán superficiales.
Mi película se hará en Barracas.
Y de casualidad la escena principal en Teodoro García al 1900.

viernes, 10 de junio de 2011

Y si

y si todo fuera azul y si todo fuera rosa
y si las rosas fueran azules y los azules llenos de rosas?
y si te dijera bonita cada mañana...
y si cada mañana fuera tan bonita...
y si las manzanas cayeran de cabeza...
y si de cabeza nos cayeramos por las manzanas..
y si mis modos no son modos y tu ni modos
y si tu ni modos y yo con todos mis modos...
y si no hay preguntas ni respuestas?
y si mis preguntas resuelven tus respuestas?
o si todo esto fuera al revés...
y si no hay menos ni mas
y si hay mas que menos
y si el menos es el mas
y si el mas que no da para menos
menos quiero yo darte el mas
para que tu me quites el menos
quiero ponerle un mas al menos
y al menos hacerlo mas.

viernes, 27 de mayo de 2011

Un domingo.

Esa tarde fueron a ver el rio, ese que sube y baja, ese que termina, se revuelca y cae en cualquier selva, en cualquiera no, en la más bonita.
Sin embargo ese no era el plan y este no es el título para este post, se merecería un nombre un toque más japonés tal vez. Y no lo era porque era un plan de domingo. Los domingos solo eran partecitas del lunes o proyectos del sábado a la noche.
Ella, los domingos se dedicaba a poner puntos amarillos sobre el rojo que nadie entiende y a arrojar papelitos muy blancos al vacío del azul Rosario.
Descubrieron que el río avanzaba más rápido que el tren, que el verde pasto sabe a olvido y que la cumbia y la samba son cantos de placer prohibido.
Así como nunca pensaron en ir, cuando cayó el sol, tampoco pensaron en volver.
Y es que el rio de allá hace parte del de acá.
- Te llevaré a navegar. Dijo él.
- ¿A donde? Pregunto ella, mientras limpiaba sus manos de porcelana mestiza del pescado crudo del almuerzo.
- A una playa infinita desde donde se divisan elefantes rosados que escriben y respiran profundo. Contestó él.