Buscar este blog

lunes, 28 de mayo de 2007

SoyRománticoDesgraciado

Entonces decidí convertir aquella rabia en pura tristeza y la única manera era aceptar con despojamiento mi destino, uno que pocos hombres lo tienen ya: el de romántico desgraciado. Mi única acción de los días siguientes no sería otra cosa que pensarla y lamentarme y a todas esas iría convenciendome de mi singularidad y grandeza.

(Andres Caicedo, El pretendiente)

No hay comentarios. :

Publicar un comentario