Los días anteriores habían pasado entre planes a futuro y búsquedas incesantes de la niña color canela, entre frases en otros idiomas y poco pensar las cosas, ofertas rechazadas y nunca avisarle nada a ella, porque como para que, así que no fue tan difícil contar la decisión y montarme en el carro rumbo a una nueva vida, sin conciencia de siempre haberlo querido ni la menor preocupación de lo dejado atrás ni de lo llegado de la capital. Una cuenta ropa necesaria y mi pc q no lo dejaría en ningún lado y la necesidad fotográfica mental de grabarme ese paisaje que por ahora me iba a hacer falta. Tu te habías intercambiado de posición, en vez de esperarme, y llamabas ahora para saber que yo si te iba a esperar. Fue un sueño corto, de esos pocos días, de mucha medianoche algo de engaño y mucho de soledad, y en el fondo ahora 365 se te entiende pues asi como así no es tan fácil… Debiste haberte quedado. Días después como por a a través de un cable de banda ancha en el mismo cuarto donde te conocí, con palabras bonitas y razones necesarias. Sufrí de esa melancolía momentánea durante algunos días mientras me acostumbraba a la rutina, mientras te esperaba enVelezado y mientras creía en lo que pocos se animan a ser. Me acostumbré a las nuevas calles, a mis manos de otro color, al msn como soporte social, a estas palabras como escape mental, al frío que me acompaña, a la niña detrás del mostrador, al 4to piso, a no ser nada ni nadie más, a ser un terco peliador de medianoche. Se vive un poco mejor así, y los días seguiran pasando, no se si para darme la razón de que debo volver y como una simple recompensa de lo que nunca tendré. Yo ahora, me quedó por ti.
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